En un mundo donde la automatización y la inteligencia artificial están cambiando radicalmente el mercado laboral, la educación técnica cobra más relevancia que nunca. Según el World Economic Forum, para 2025, el 50% de todos los empleados necesitarán volver a capacitarse debido a la adopción de nuevas tecnologías.

Las instituciones educativas que ofrecen formación técnica en secundaria están en una posición privilegiada para preparar a los estudiantes no solo para empleos actuales, sino para profesiones emergentes. Programas orientados a habilidades digitales, mantenimiento industrial, energías renovables o programación, permiten que los egresados tengan una inserción más rápida y eficaz en el mercado laboral.

Además de habilidades técnicas, los empleadores del futuro buscan competencias transversales como resolución de problemas, pensamiento crítico y adaptabilidad. Por eso, una educación técnica moderna no solo debe enfocarse en herramientas específicas, sino también fomentar el aprendizaje autónomo y la capacidad de los estudiantes para actualizarse continuamente. Instituciones educativas públicas pueden liderar esta transformación si integran formación en competencias blandas, realizan prácticas en entornos reales de trabajo y mantienen relaciones activas con el sector productivo.

Fuente:

  • World Economic Forum. (2020). The Future of Jobs Report.
  • DANE. (2022). Boletín Técnico: Educación Formal.